martes, 3 de febrero de 2015

EL CAMINO



He tenido suerte. La gran suerte de haberme ido a mear a otro sitio. Acabo de leer la entrada anterior y vi que "la caída esta vez no ha sido tan fuerte". Su puta madre...debí haberme quedado enganchado en algo y no llegue a caerme de verdad. Estos últimos días no he dejado de caer y cada vez parece que es desde más altura. Por suerte no estoy nadando en orina...pero si que lo hago en un mar de lágrimas que no dejan de caer. Creo haber visto algún salvavidas pero dudo si no he sabido, o lo que sería peor, no he querido cogerlo. Estuve en el cruce de caminos y mi hombre grande me ha dicho el que debía escoger....el problema es que mi hombre pequeño y enguruñado hace que camine de espaldas para no perder de vista el otro camino que debería dejar atrás. Caminando de espaldas el paso no es nada firme y mucho menos convencido y cada dos por tres siento la necesidad de echar a correr hacia el cruce y quedarme allí sentado...esuperando que el otro camino me llame y me diga que ese es el que debo seguir...y llegaré a la tierra prometida. Estoy jodido. Bien jodido. Mi conciencia me dice cuál es el camino que debo seguir, pero sin ir de espaldas ni tonterías de esas. Pero por más que intento convencerme de que el otro camino es una porquería que me voy a destrozar los pies y sobre todo....sobre todo me voy a seguir jodiendo la vida...no soy capaz de soltar todo lo que me sigue amarrado a él y moriría por caminarlo hasta el final de los tiempos.

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