viernes, 31 de enero de 2014
TÚ
Es un momento especial. Aunque sea por un momento voy a dejar a un lado mis cuentas con Dios, voy a dejar a un lado el tiempo y voy a dejar a un lado mi agujero. Acabo de asomar la cabeza fuera de este agujero y fuera de él el tiempo tiene otro significado. Es uno de esos momentos en que quisiera detener el tiempo. Quisiera que esto durara para siempre. Estoy enamorado. Es algo que quizá ya sabía pero puede que en pocos momentos me haya parado a pensar en la grandeza de este amor. Un amor que no había sentido nunca en mi vida. Ella es el verdadero amor de mi vida y la tengo aquí, en mi cama, a mi lado. No me canso de observarla. No me canso de contemplar su belleza, su ternura, su inocencia. Es el ser más increíble que haya conocido y que, probablemente vaya a conocer en mi vida. Hoy nos hemos visto, nos miramos, nos abrazamos, nos sentimos, y ha llenado de luz este agujero en el que últimamente solo había oscuridad. Este sentimiento me hace entender a la perfección el significado de esa frase que está en el aire y escuchamos tan a menudo: "es algo que no se puede expresar con palabras". Y es que realmente solo cuando lo sientes sabes que es así, que no hay palabras que puedan describir esto. Te amo. Cada vez que me lo dices siento que el corazón se me va a salir del pecho. Siento como si de repente el jardín más maravilloso y colorido del universo floreciera dentro de mi cada vez que me regalas un "te quiero mucho...papi"
domingo, 26 de enero de 2014
QUIZÁ
"Cada uno tiene lo que se merece" frase lapidaria y muy recurrente. Todos la escuchamos, todos la decimos. Y, digo yo, ¿qué méritos he hecho yo en mi vida para merecer esto? Quizá es que erróneamente me considere una buena persona pero la realidad sea muy distinta. Entiendo que quizá debo ser uno de los grandes hijos de puta de nuestro tiempo y eso me está pasando factura.
¿Y si Dios pone a cada uno en su sitio? ¿Es este agujero el sitio que Dios tenía reservado para mi? Hubiera preferido una casita de madera junto a un lago y rodeada de un bosque precioso y no este agujero emocional en el que me encuentro. Pero no, ese no es mi sitio así que no puedo ni siquiera planteármelo. Dios me ha puesto en "mi sitio". Pues lo siento mucho Dios, pero el día en que tu y yo nos veamos las caras vas a tener que darme unas cuantas explicaciones y responder a varias cuestiones. Mientras tanto, por si acaso, seguiré auto-flagelándome y procurando mentalizarme y darme cuenta de que esto es realmente lo que merezco, lo que me he ganado a pulso. Tendré que buscar una bonita decoración a este agujero porque tengo la sensación de que será mi hábitat natural por un tiempo indefinido por el momento.
sábado, 25 de enero de 2014
TIEMPO
Siguen cayendo los días, uno detrás de otro, sin que el hoy
sea distinto del ayer, ni el mañana del hoy. Pasan sin dejar un momento al que
agarrarse, sin que un día haya merecido la pena más que el anterior, o el
anterior, o el anterior… Segundos que se convierten en minutos, que, a su vez,
se convierten en horas y no son más que eso; tiempo. Tiempo que pasa por encima
de mí y lo único que me deja es menos camino por recorrer hasta un final que
todos tenemos seguro, y esta sensación de vacío que poco a poco se ha
convertido en una compañera inseparable. Un vacío que no llenarían toneladas de
arena si entre ellas no se encuentra el grano adecuado. El grano de arena que
necesito. El que me falta para que mis días tengan al menos un momento del que
no quiera desprenderme u otro por el que merezca la pena avanzar hasta el día
siguiente. Un grano de arena que haga que los segundos, los minutos, las horas,
los días, dejen de ser lo que son ahora. Simplemente eso. Tiempo.
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